Edwin Estrada:
Por: Ana Madrigal
Así lo afirma el abogado Edwin Estrada, quien ocupó el cargo de viceministro de Telecomunicaciones durante cuatro años, en las dos últimas administraciones.
Estrada, especialista en administración y regulación de telecomunicaciones, identificó las dos barreras que impiden el oportuno y necesario despliegue de las redes de telecomunicaciones: la falta de voluntad política por parte del presidente Carlos Alvarado y la falta de entendimiento e interés en el tema, por parte de los jerarcas de las instituciones públicas.
Esa inacción y burocracia, según dijo, nos tienen al borde del “ostracismo digital”.
Y aunque por algunos minutos sentimos fascinación por la exhibición de drones durante la celebración del Bicentenario, aquello no deja de ser un mero espejismo para los costarricenses porque la verdad es que mientras no contemos con redes robustas y escalables, no podemos aspirar al uso de las tecnologías avanzadas que convertirían al Costa Rica en un país desarrollado.
Esas redes, además deben tener la capacidad de irse adaptando rápidamente a la creciente cantidad de datos que se transmiten día con día.
Mientras esto no ocurra, lamentablemente la competitividad digital del país seguirá en caída libre, y con ella caerá también la competitividad de todos los sectores productivos.
Si de por sí ya la pandemia había desnudado las deficiencias de nuestra red digital, las declaraciones de Edwin Estrada retumban como una alerta de que cada vez nos alejamos más de la posibilidad de llevar conectividad a todo el país, disminuir o eliminar la brecha digital, desarrollar la 5 G o insertarnos en la Cuarta Revolución Industrial.
Estrada explicó que, si bien es cierto que son los operadores de Telecomunicaciones los obligados a hacer la inversión para el despliegue de las redes, lo frustrante y paradójico es que son las propias instituciones públicas las que se lo están impidiendo.
Ni la Casa Presidencial, ni los ministerios, ni las instituciones autónomas, ni los municipios, ni la Contraloría están entendiendo que las telecomunicaciones tienen una naturaleza transversal y por tanto cada institución tiene tareas y obligaciones que cumplir para que la estrategia avance.
El MOPT detrás del palo
Según Estrada, es en el ministerio de Obras Públicas donde se encuentra uno de los principales cuellos de botella.
“Lo que ha ocurrido con el MOPT es como para sentarse a llorar”, comentó.
Al ser el MOPT el rector de obra pública, tenía y tiene la obligación de incluir dentro del diseño de los planos de construcción y ampliación de carreteras, las especificaciones técnicas para la infraestructura de telecomunicaciones, ya que es por esas vías por donde transcurren las redes.
A pesar de eso, el MOPT no incorporó las “previstas” en ningún proyecto carretero de esta administración, sea obra nueva o de ampliación, ni siquiera en la ruta 32 que es por donde transita hasta el 70% de los datos del país. Este constituye el más triste ejemplo de cómo entorpecer el desarrollo nacional.
Además, perdimos la gran oportunidad de ir eliminando los cables aéreos que tanto afean el paisaje, en lugar de que se tendieran a través de ductos subterráneos, mucho más seguros y estables. Gracias a la indiferencia del MOPT seguiremos perpetuando lo feo, lo caro y el subdesarrollo, ya que un temblor, un perezoso o un machetazo, se pueden traer abajo un cable y dejar sin internet a poblaciones enteras, escuelas, hospitales, zonas francas, parques industriales, etc.
MOPT, evasivas y más evasivas
Desde el año 2016 se estableció que las carreteras eran las vías técnicamente ideales para desplegar las redes de telecomunicaciones y desde entonces se comenzó a tomar acciones desde el viceministerio de Telecomunicaciones a cargo de Estrada.
El primer paso fue emitir una directriz publicada en la Gaceta Oficial, que establece claramente que en el diseño de toda carretera tiene que incluirse las especificaciones técnicas de telecomunicaciones. Estrada confirmó que a pesar de que esto se les comunicó a las autoridades del MOPT, hasta el día de hoy esa directriz no se ha cumplido, sigue en el congelador.
El segundo paso fue definir las especificaciones técnicas. El MOPT trató de desmarcarse de esta tarea, argumentando que no tenía ingenieros especialistas en Telecomunicaciones. Excusa o no, el caso es que, entre especialistas del viceministerio de Telecomunicaciones, de Sutel y del Colegio de ingenieros, CFIA, le elaboraron el documento al MOPT y quedó presentado desde el gobierno anterior.
Una vez que fuera publicado en la Gaceta con su reglamento, se requería de otro reglamento que definiera quien se encargaría del mantenimiento de las redes de telecomunicaciones y a quien se le cobraría ese peaje.
Para sorpresa de Estrada, el viceministro de Infraestructura, Olman Elizondo, se hizo acompañar por el encargado de la Dirección Jurídica del MOPT quien, con la Ley del MOPT en la mano, comenzó a dictar cátedra de legalidad para concluir lo siguiente: Mire, aquí en el MOPT no hablamos de “carreteras inteligentes”, así que este tema de la red de telecomunicaciones no nos toca a nosotros.
Aquello fue la gota que derramó el vaso y que motivó a Estrada, cansado de lidiar con los funcionarios del MOPT, a hablar directamente con el ministro Méndez Mata, quien lo que hizo fue dirigirlo a donde la directora de Planificación, Jessica Martínez.
Juntos, él y doña Jessica, revisaron las especificaciones técnicas y coincidió que por esos días llegó una disposición de la CGR al MOPT, relacionada con expropiaciones de terrenos para construir carreteras.
Como en ese ministerio se escudaban insistiendo en que no cuentan con especialistas en telecomunicaciones, finalmente se logró que el MOPT emitiera un Decreto a finales del año 2019, con el propósito de crear una Comisión en la cual el Viceministerio de Telecomunicaciones tuviera una silla, para que desde ella se pudiera orientar la incorporación de las previstas para las redes de telecomunicaciones en el proceso de planificación de construcción de vías.
Aunque parezca mentira, al día de hoy, y a pesar de las insistentes excitativas por parte de Estrada mientras ocupaba el cargo de viceministro, esa Comisión no ha sido convocada ni una sola vez; ni siquiera porque este tema es parte de las recomendaciones acogidas por la mesa de diálogo coordinada por el Frente de Trabajadores del Banco Popular y que finalizó hace algunos meses.
“Yo creo que en la gestión del MOPT hay muchas cosas que se tienen que corregir, para que el país pueda avanzar con su red de telecomunicaciones”, sentenció Estrada.
Citó como ejemplo, que el departamento encargado de otorgar los permisos de rompimiento de suelo en el MOPT, dura hasta 3 meses en resolver un solo trámite, y por si fuera poco, todavía no han encontrado la forma para lograr la coordinación requerida entre los operadores de redes y los encargados del desarrollo carretero.
Islas en lugar de Consejo de Gobierno
El teletrabajo, el telestudio, la telemedicina, las reuniones virtuales, las transacciones bancarias, la competitividad de las empresas y del país, será cada vez más difícil, si el MOPT, el MINAE, el MAG, Recope, AyA, los municipios, la Contraloría y el resto de las instituciones del Estado continúan funcionando como un archipiélago, cada una por su cuenta, sin entender ni actuar a tono con la naturaleza transversal de las telecomunicaciones.
Ante este preocupante panorama, cualquiera se preguntaría para qué sirve un Consejo de Gobierno si los ministerios siguen funcionando como islas.
Lo que pasa, dijo Estrada, es que ministro no manda ministro.
Replanteamos entonces la pregunta: ¿Y el presidente no podía girarle instrucciones claras y precisas a su ministro del MOPT?
En este punto de la conversación Estrada solo atinó a encogerse de hombros.
Por supuesto que Carlos Alvarado no se atrevería siquiera a hablarle con un tono medianamente duro al jerarca que se estaba colgando todas las medallas por haber impulsado la construcción de carreteras. Lo que desconocía el presidente y el país es que el desarrollo de las vías públicas que tanto alegró a los costarricenses, resultó ser un alegrón de burro, no solo por lo que se desveló en el escándalo de Cochinilla, sino también porque se le olvidó al ministro, al MOPT y al Conavi, incorporar los ductos para que, en paralelo, se fuera ampliando las carreteras digitales por donde transcurren los datos.
Todo parece indicar que el gabinete y los jerarcas de instituciones públicas desconocen que hay un principio constitucional para que se produzca la colaboración entre instituciones del Estado. Además, habría que destacar que el BID calcula que un aumento del 10 % en la penetración de banda ancha en países latinoamericanos incrementaría el PIB en un 3,2 %. Si el presidente, don Rodolfo Méndez y el resto del gabinete no entienden esto…apague y vámonos.
Costa Rica digital sigue siendo una quimera
Parece que fue ayer cuando en el primer año de esta administración, en un lucido acto, el presidente Alvarado hizo el lanzamiento de lo que llamó “La Estrategia de Transformación Digital para la Costa Rica del Bicentenario”.
Para la ocasión se invitó a Toomas Ilves, expresidente de Estonia y principal responsable de colocar a su país a la vanguardia de la agenda digital mundial.
Cabe recordar que, en los años 90, ambos países tenían un ingreso per cápita comparable, el de Costa Rica rondaba los $9000, mientras que el de Estonia era de $11.362. Hoy, gracias su espectacular desarrollo digital, el ingreso per cápita de Estonia es el doble del nuestro.
En aquella mañana de octubre del 2018, el presidente Alvarado parecía muy convencido de la urgencia de emular la experiencia de Estonia, país con características muy parecidas a Costa Rica. Sin embargo, todo indica que su discurso fue de la boca para afuera porque en materia digital vamos como el cangrejo.
Según Estrada, por lo menos en el gobierno anterior, recibió el apoyo de Casa Presidencial, cada vez que como viceministro de Telecomunicaciones necesitaba meter presión para que la rígida burocracia institucional no atrasara más el despliegue de las redes, en cambio, asegura, en esta administración el presidente Alvarado ni siquiera le contestaba las llamadas.
Ante las revelaciones de Estrada y de otros expertos, los costarricenses nos preguntamos: ¿Para qué anunciar una Estrategia Nacional de Transformación Digital o una Estrategia Nacional de Telecomunicaciones, si al final son letra muerta?
“No es necesario que un ministro entienda el espectro radioeléctrico, pero sí debería entender que los niños no pueden avanzar en las escuelas porque no tienen internet”, afirmó Estrada.
Hoy todo cambia, el mundo, las economías, los mercados, los modelos de negocios, y es necesario tomar acciones para irse adaptando. Sin embargo, Edwin Estrada, quien hoy se desempeña como director de Desarrollo para Centroamérica, NAE, asegura que estamos a punto de echar por la borda todas las conquistas de nuestros abuelos: la educación gratuita, los indicadores de salud, el avance en telecomunicaciones, todo por la inercia de nuestros gobernantes.
Las decisiones en telecomunicaciones no pueden esperar, dijo, el momento es ya.
Además, hay que tener en cuenta que en Telecomunicaciones como en todo, ahora nos toca compararnos con los países miembros de la OCDE”, concluyó Estrada.